¡Hola Jesús, luz de nuestros ojos!
Aquí nos tienes una vez más,
ante Tí, dispuestos a comenzar
un nuevo curso, con nuevas
fuerzas e ilusiones; también
con nuevas incertidumbres, con
nuevos retos. Con ganas de formar
mares de gotas tan diferentes. Con
deseos de volar tan alto como
seamos capaces. Con la ambición
por destapar nuestra creatividad para
inventar, día a dia, un mundo más humano
y más justo. Con el renovado sueño de
no dejar nunca de soñar.
Lo sé no es tarea fácil; pero, te tenemos a Tí
Y durante este curso vamos a tener muy presente que tú
eres nuestra luz; esa luz que alumbra nuestras vidas y nuestros temores.
Esa luz que nos abre y despeja caminos de vida, propios y comunes.
¡Luz! ¡Qué evocadora palabra! repleta de significados y de simbología.
Permítenos jugar un ratito con ella para reconocer su capacidad, y sobre
todo, su relevancia en nuestras vidas.
Sin duda, todo ser humano lleva en su interior el fuego de tu amor creador.
Somos, como dice la canción "un mar de fueguitos". Y en la medida que somos fuego,
inevitablemente, somo también luz.
Nos has creado Luces únicas e irrepetibles; ahí radica nuestro valor infinito y nuestra dignidad.
La cuestión es, qué tipo de luz somos y qué tipo de luz queremos ser.
Podemos ser como la luz del Sol y brillar con luz propia.
O ser luz de luna, y reflejar de manera más renue otras luces que a nosotros nos alumbran.
podemos ser una simple luz de posición que avisa a los otros de nuestra presencia, pero que no sirve para vislumbrar al prójimo que pasa por nuestro lado.
O por el contrario, podemos ser una luz de cruce o carretera, que nos permite interactuar, ver y ser vistos.
Jesús ayúdanos a viajar por las carreteras de la vida, por lo menos, con este último tipo de luces. Y en situaciones de extrema oscuridad, permítenos convertirnos en luces largas, para poder llevar más lejos nuestra mirada... pero no consientas que esta mayor intensidad deslumbre peligrosamente a nadie.
Podemos ser una luz intermitente: Ahora sí; ahora no.
Señor, danos fuerzas para evitar ser una luz caprichosa. Ayúdanos a mantener nuestros compromisos.
En otras ocasiones, no encontraremos agobiados, en apuros, en peligro o pasando necesidad. Entonces avisaremos con destellos o ráfagas de luz, o simplemente, nos convertiremos en luces de emergencia.
Danos Señor, humildad para reconocer que necesitamos ayuda y sigue animando nuestro espíritu solidario iluminado por el ejemplo de Francisco Palau, para estar siempre atentos a tantas y tantas luces de emergencia que nos topamos en el camino ¡Cuán importante es la luz!
Podemos elegir entre una rica variedad: luces tradicionales, luces fluorescentes, de esas que no deslumbran, luces alógenas, modernas y potentes, luces de neón llamativas y atrayentes, luces láser, de gran alcance pero, estrechas, que no alumbran la globalidad. Ahora se han puesto de moda las "LED" la verdad es que no están mal; se pueden comparar con las personas.
Son puntos de luz individuales y pequeños, pero que puestos en grupo, son capaces de mantener la figura aunque alguno de los componentes se funda o desaparezca.
Hay luces frías y otras que transmiten calor, hay luces monócromas y luces de colores, luces de tormenta y luces de navidad. Hay luces directas y luces indirectas, luces fijas y luces móviles. Hay focos y linternas, hay luces de faro, capaz de guiarnos en la más densa niebla u oscuridad.
Señor, a veces tenemos dudas.
De entre todas las que hemos visto y conocemos, no sabemos qué tipo de luz queremos ser, qué tipo de luz nos permitirá ver mejor tu rostro, acercarnos más a tí.
Hasta que nos hace caer en la cuenta de que, posiblemente, sea la luz de una simple y sencilla vela la que mejor te representa. Una vela, entregada hasta consumirse, a su misión de ser y de dar luz.
¡Ayúdamos!
Señor, si nos ves volando demasiado altoo... o ensoñandos más que soñando enciéndenos las luces de aterrizaje y haznos tocar el suelo.
Y recuérdanos que tu sueño, al que llamaste "Reino de los cielos" está diseñado para que lo hagamos realidad en la tierra.
Señor, si nos ves con "cero" de luz, ayúdanos a darle la vuelta y conviértenos en "luzCero".
Señor, si nos encuentras embriagados por una luz egocéntrica, la luz de los guías ciegos del evangelio, falsa, banal y mentirosa, sacanos del "luz y miento" personal y conviértenos en "luz-cimiento" que pongas las bases para construir una vida más auténtica y entregada también al servicio de los demás.
Ayúdanos a Dar LUZ los valores de tu Reino, convirtiéndonos en tus luciérnagas para propagar nuestra luz, tu luz, allá donde nos encontremos, allí donde se nos necesita y cuando nos encuentres sumidos en las sombras o en la oscuridad dinos al oído, dinos al corazón "Eres luz, somos luz".
Danos tu luz
¡Dadnos vuestra luz!
¡Feliz curso 2015-2016!
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